Como cierre de las actividades por el Día Nacional de los Afroargentinos/as y de la Cultura Afro, el Festival Quilombo celebrado el 12 de noviembre en el tradicional Parque Lezama de Buenos Aires, entre las doce y las veinticuatro horas, fue una gala donde reinó la danza con música en vivo, liderada por el tambor

 

Este evento selló un foro de cuatro días con ponencias, charlas y conferencias en torno al significativo aporte de mujeres y hombres africanos, esclavizados, en la configuración fundacional de la actual Argentina. Su inauguración fue el 8 de noviembre, el mismo Día Nacional de los Afroargentinos/as y de la Cultura Afro (Ley 26.852). Tuvo como sede la Manzana de las Luces e incluyó sesiones en la Cámara de Diputados, la Legislatura Porteña y la Universidad Nacional de San Martín. La efeméride conmemora el fallecimiento de María Remedios del Valle, afroargentina nombrada “Madre de la Patria”, a quien el General Manuel Belgrano ascendiera al grado de Capitana, por su valentía en las luchas por la independencia nacional.

Quilombo, Cultura Ancestral, Festival de Herencia Afro, se inició con una Roda de Capoeira dirigida por Mestre Damoda, sucedida por el Movimiento Afroboliviano Mururata. Luego prosiguió un desfile de Candombe con 140 músicos y bailarines que salieron de la intersección del Pasaje Giuffra con la calle Balcarce. También estuvo la agrupación musical Carinhosos da Garrafa, la Escuela de percusión y danza DaraChosan dirigida por el senegalés Abdoulaye Badiane, la puesta escénica Raíz Negra, Ensamble Afrika Presente+BACA, Amores Tangos con Ibrahim Ferrer (hijo), Los Negros de Miércoles y para cerrar, el Bloco Afro Me leva que eu vou. Desde el mediodía, se pudo disfrutar de un paseo gastronómico con ofertas de platos internacionales y una amplia variedad de piezas artesanales regionales.

Balletin Dance fue recibida por tres protagonistas de este homenaje: la antropóloga Alicia Agüero, coordinadora del Área Diversidad dentro de la Dirección Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria, el productor musical Emanuel Ntaka, referente en la Línea Programática Afrodescendiente del Ministerio de Cultura de la Nación y el capoeirista Mestre Damoda. Agüero comentó que su área ha sido reestructurada y trabaja con colectivos históricamente invisibilizados (pueblos originarios, culturas regionales argentinas, colectividades de inmigrantes -principalmente las latinoamericanas-, la línea de diversidad de género, y afrodescendientes). La idea fue conmemorar, de la mejor manera a los colectivos afros que siempre formaron parte de la construcción de Argentina como nación. Este festival surge como otro acto de reivindicación, al legitimar y fomentar todas las expresiones artísticas nucleadas en la diversidad de la esta cultura y la de sus descendientes, y así tratar de devolverles la preocupación institucional y su representación social.

Emanuel Ntaka, agregó, que aún se busca lograr un real fortalecimiento de las organizaciones civiles afrodescendientes y una mayor articulación entre las mismas. Planteó que resulta imprescindible el desarrollo constante de políticas públicas por parte del Estado, que garanticen al ciudadano su integridad individual y colectiva, como sujeto de derecho y no sólo como objeto de estudios aislados o festejos de ocasión. Es tarea de todos revertir prejuicios y estereotipos negativos, enquistados y naturalizados durante siglos dentro de la sociedad, en torno a la imagen del ser africano. El sistema educativo, en Argentina, todavía adeuda la inclusión en sus programas curriculares de esta efeméride, que hoy celebramos, y, que es ley desde el año 2013.

En consonancia, Mestre Damoda, de origen brasileño y residente en Argentina desde 2001, confesó que es un honor abrir tan magna gala con su Escuela de Capoeira Águila Dorada, luego del sufrimiento atravesado por sus ancestros africanos, en todo el mundo, durante varios siglos.

Este 20 de noviembre fue el aniversario 321 del descuartizamiento de Zumbí, líder del Quilombo de los Palmares (el mayor de Brasil, con veinte mil pobladores en un predio de 600.000 km2 en el actual estado de Bahía), asesinado en 1695 en las cercanías de la actual Recife. En 1986 se erigió el Memorial de Zumbí de los Palmares, y en 2007 se inauguró el Parque Conmemorativo Quilombo de los Palmares, en el predio que ocupó. Allí se realizan actos públicos y celebraciones anuales y esta fecha ha sido bautizada como “Día de la Conciencia Negra”.


Colaboración

El éxito de este ciclo de celebraciones se debió a un arduo trabajo colaborativo de la Comisión Organizadora “8 de Noviembre” (la cual nuclea a varias asociaciones civiles afrodescendientes) con la Dirección Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria, el Ministerio de Cultura de la Nación, la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el Museo Etnográfico Juan Bautista Ambrosetti, las Embajadas de Angola, Congo, Colombia, Ecuador, Haití, Perú, Sudáfrica, Uruguay, el Consulado de Colombia, Movimiento Afrocultural y la Asociación de Mujeres Colombianas en Argentina. Los organizadores agradecieron, también, la colaboración de Egle Martin, Dina Picotti y el Grupo de Estudios Afroamericanos.


Decenio Internacional

En el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, sesionó la Tercera Edición del Festival Mandinga, los días 19 y 20 de noviembre. Así se sumó al programa del “Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024): reconocimiento, justicia y desarrollo” (Resolución 68/237 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas del 23 de diciembre de 2013). Se presentaron Valdir Silva, Idile, Candombe en familia + La Cumparsa, Festival Afrobeat Independiente, MAI 70, Don Genaro Afrobeat, El Gran Capitan Afrobeat. También hubo lugar para Terpsícore con espectáculos enmarcados en el Ciclo de Danza 4×4, con un colectivo de coreógrafos de danzas de matriz africana, África presente, Freda Montaño y Ballet Autoconvocado Porteño y Cafundó. Hubo proyecciones, muestras de fotografía y mesas debate.


Quilombo (en idioma kimbundu de Angola: kilombo) o también cumbe, palenque, mambices o ladeira, denomina en Latinoamérica a un lugar o concentración políticamente organizada de negros esclavos cimarrones. En esos asentamientos también se refugiaban los esclavos rebelados o fugados. En la Argentina, el término fue utilizado en el lunfardo para referirse a los prostíbulos de clientes con poco poder adquisitivo, transmutando su significado a gresca, y actualmente a desorden, o a cualquier problema de difícil solución.

Artículo anteriorFlamenco Nómade
Artículo siguienteA Sangre y Fuego
Toni Más
Toni Más (La Habana) Instructor de arte, Narrador Oral Escénico e investigador de la música popular cubana. Ha publicado los poemarios Tono Menor, Editorial Letras Cubanas (2002), premio del concurso Pinos Nuevos y Los fantasmas del circo, edición bilingüe inglés-español, Editorial Lugus Publications en Ontario, Canadá (1996). Textos suyos aparecen en diversas antologías y publicaciones periódicas en Cuba, España, México y Argentina.