Nota de tapa
La cartelera porteña se agita con casi quince obras que combinan el canto, la danza y la actuación. Figuras como Eleonora Cassano, Pepe Cibrián, Alejandra Radano, Maximiliano Guerra, Nacha Guevara. Juan Rodó y Miguel Angel Zotto encabezan varias de las compañías. La mayor parte son estrenos, que anticipan un año con muchas novedades en la materia
Que el género teatral musical tracciona público a las salas, a esta altura no hay quien lo discuta. En octubre pasado, cuando la temporada porteña estaba en uno de los picos máximos en cuanto a convocatoria, tres de los seis primeros espectáculos en cuanto a recaudación, eran musicales: Bossi Big Bang Show, Franciscus y El Otro Lado de la Cama (de acuerdo con los datos que comparte regularmente la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales-Aadet).
En el circuito comercial o el alternativo, con mayor o menor nivel de producción, las propuestas escénicas que combinan canto, danza y actuación siguen convocando a un buen número de espectadores, sin duda. Aun en esta época de bolsillos exigidos, en la que el gasto en entretenimiento es el primero que se recorta en los presupuestos familiares. Es por eso que los productores parecen apostar por lo seguro y este verano programaron no menos de quince obras de teatro musical en Buenos Aires.
Entre estrenos (muchos) y reposiciones (algunas), el subgénero vuelve a dar trabajo a un buen número de bailarines, actores, músicos, coreógrafos, cantantes, asistentes, y a profesionales de áreas técnicas como iluminadores, vestuaristas, escenógrafos, sonidistas y muchas otras piezas de la rueda que mueve a la industria teatral. ¡Bienvenido sea!
Como para confirmar el empuje, los estrenos se produjeron a borbotones en la primera semana del año. Ya están en escena obras como Luz Cenicienta en el teatro El Nacional, Lord en el Astral, y el musical de Broadway Jekyll & Hyde, que por primera vez llega a nuestro país, a una de las salas del Metropolitan. Quizás sea éste el proyecto más ambicioso del verano porteño, junto con la reposición de Stravaganza, Sin Reglas Para el Amor con los protagónicos de Nacha Guevara y Eleonora Cassano, que el año pasado se vio en Villa Carlos Paz y ahora repite en el Broadway con algunas incorporaciones: se sumó Felipe Colombo en el rol que interpretara Fernando Dente, y llegaron Gisela Bernal y Mariela Anchipi como refuerzos. Siempre con dirección general de Flavio Mendoza y coreografías de tango de Sandra Bootz y Gabriel Ortega.
En cuanto a Jekyll & Hyde, el desembarco de esta obra en la Argentina era un viejo anhelo de quien es hoy su protagonista, Juan Rodó. Comparte el rubro estelar con Raúl Lavié, en su regreso al teatro musical, y con Melania Lenoir y Eluney Zalazar, dirigidos por Sergio Lombardo. Las coreografías de esta pieza basada en la novela de Robert Louis Stevenson El Extraño Caso del Doctor Jekyll y Hyde (1886) le fueron confiadas a Mariano Botindari. “Me lo propuso Juan hace ya un año, mientras hacía Drácula, donde -invitado por Pepe Cibrián- monté dos coreografías. El mayor desafío que me plantea la obra es que en esta versión el elenco es más reducido que en puestas anteriores. Entonces, con catorce artistas en escena, tengo que lograr que se vea mucha gente donde no la hay. También por eso ésta es una puesta mucho más coreográfica que otras que se han conocido de Jekyll…”, confía Botindari.
Tres grandes cuadros musicales jalonan este espectáculo con partitura de Frank Wildhorn, libro de Leslie Bricusse y letras de Wildhorn, Bricusse y Steve Cuden. “Más allá de las escenas musicales y los reprises -dice Botindari-, busqué que toda la obra tenga pinceladas de movimientos para que alcance una unicidad”. El estilo de Botindari combina el theatre jazz que tomó de su maestra Elizabeth de Chapeaurouge, fusionado con la danza contemporánea, con la que viene experimentando hace ya un lustro. En cuanto al aprovechamiento del sustento sonoro, admite que le atrae atender más a lo que marca la orquesta (que estará dirigida por Damián Mahler) y no tanto a lo que señala el canto. “Por eso, el trabajo que les pido a los chicos es disociar lo que cantan de lo que bailan, para aprovechar bien lo que está sonando en cada momento. La partitura de Jekyll… es bastante compleja, con muchos cambios de tiempo y contracantos”, reconoce en diálogo con Balletin Dance.
Alto Impacto
Luz Cenicienta es una coproducción argentino-española que se viene cocinando hace meses. Lidera el elenco la inclasificable Moria Casán en el rol de la Madrastra. Más llamativa aún es la actuación de Maximiliano Guerra (¡sí, el director del Ballet Estable del Teatro Colón!) como el Príncipe, junto a la española Ana Belén Beas (autora del libro y las letras) en la piel de Cenicienta. Completan el elenco Pablo Sultani, Divina Gloria, Gladys Florimonte, Diego Hodara, Sabrina Artaza y un numeroso ensamble. La coreografía es de Mariela Anchipi y la música original, de Angel Mahler. La presencia de Ariel del Mastro en el equipo creativo augura una puesta de alto impacto visual.
En cuanto a Lord, sufrió las mil y una, incluyendo el cambio de director (de Ricky Pashkus a Valeria Ambrosio) y la baja y posterior regreso de la coprotagonista, Georgina Barbarossa. Escrita por Cibrián, que además la encabeza, promete “un mágico cuento donde a través del humor y la ternura el espectador transitará por algo sumamente necesario en el hombre: el cambio”. Diego Bros, Gustavo Monje, Belén Pasqualini y Damián Iglesias son parte del elenco.
Manuel González Gil, director prolífico si los hay, sale al ruedo con dos elencos femeninos. En el teatro Apolo acaba de estrenar la comedia musical Mujeres Perfectas, con Natalia Cociuffo, Julia Zenko, Lucila Gandolfo, Candela Vetrano y Victoria Onetto. El libro lleva la firma de Alberto Alejandro y el propio González Gil, y la elección de las canciones y los arreglos corrieron por cuenta de Martín Bianchedi. La coreografía le fue encargada a Rubén Cuello.
Entretanto, en el Picadilly, el director lleva a escena Menopausia Show, obra musical que escribió para el lucimiento de María Valenzuela, quien estará acompañada por Ana Acosta, Marta González y Silvia Kutica.
Julia Calvo, Miguel Habud, Graciela Pal, Mónica Salvador, Francisco Pesqueira y Liliana Benard, entre otros, hacen Yo no Soy la Malquerida, en el histórico Museo Larreta. Dirige esta sátira cómico-musical Jorge Mazzini, y actúan además Baldomero Cádiz, Marian Cortés, Cintia Reina y un cuerpo de baile.
Y al mencionar a Julia Calvo cabe decir que la dupla creativa de éxitos como Manzi, la Vida en Orsai (que Calvo protagonizó junto a Jorge Suárez), es decir, Betty Gambartes y Diego Vila, regresa a la marquesina con Lo Prohibido, un musical encabezado por Alejandra Radano, Juan Darthés y Michel Noher. Debutan este mes en una de las salas del Paseo La Plaza, con producción de Gustavo Yankelevich.
Una Voz
En el Centro Cultural San Martín habrá, desde el 25 de enero, un ciclo de teatro musical en formato de monólogos titulado Una Voz, con dirección de Dennis Smith. Y en el Maipo, Roberto Peloni, Premio Hugo de Oro 2015, se calza cada noche el traje del Arcángel Miguel en la versión local del éxito de Broadway Obra de Dios (An Act of God), que dirige el también coreógrafo Gustavo Zajac. Completan el elenco Humberto Tortonese (Dios) y Agustín Corsi (Arcángel Gabriel).
Otro bailarín y coreógrafo que se largó a dirigir es Alejandro Lavallén, quien debutó recientemente con La Momia en el Metropolitan. El elenco lo integran Romina Gaetani, Adrián Navarro y Mariano Torre, entre otros.
Para los amantes de la danza, dos propuestas disímiles pero igualmente atractivas. Llega al país Tropicana, el cabaret más famoso de Cuba. Se presentará en el Opera el 19, 20 y 21 de este mes, con un espectáculo en homenaje a Buena Vista Social Club. Prometen los mejores cuadros de música y baile de esta emblemática casa de entretenimientos de La Habana, en la que supieron actuar alguna vez Celia Cruz, Nat King Cole y Libertad Lamarque.
Los amantes del tango celebrarán, seguramente, el regreso desde Italia de Miguel Angel Zotto, junto a Daiana Guspero, su esposa y compañera de baile, quienes harán Raíces en el teatro Lola Membrives, una propuesta en la que exploran también la danza folklórica.
Para quienes se la perdieron, el 16 de enero vuelve a escena Los Monstruos, la obra de Emiliano Dionisi y Martín Rodríguez que arrasó con todos los premios en 2016. Hará funciones los lunes a las 20:30 hs en El Picadero, siempre con los protagónicos de Natalia Cociuffo y Mariano Chiesa. ¡No se demoren! En marzo saldrán de gira a Chile.
Lo Que Viene
Un menú tan abundante para los meses de verano hace prever un año con muchas más propuestas en materia de teatro musical. Ya se realizaron las audiciones para el reestreno de Y un Día Nico se Fue, la obra de Osvaldo Bazán a la que Ale Sergi le puso música. En abril reestrena también, en el teatro El Cubo, Hombre Viajando en Taxi, con Nahuel Mutti, Cristian Sancho, Martín Urbaneja, la incorporación de Walter Bruno, y coreografías de Facundo Mazzei. En ambos casos la dirección corre por cuenta de Ricky Pashkus.
Cautiva, el musical de Federico Herrera ambientado en la Conquista del Desierto, que tuvo en noviembre sus funciones pre-estreno, desembarcará finalmente el 24 de marzo en El Galpón de Guevara. La coreografía pertenece a Luciana Russo. Hernán Matorra y Santiago Otero Ramos ya ensayan la versión local de Asesinato para Dos (Murder for Two), suceso en el off Broadway, que aquí dirige Gonzalo Castagnino. Verónica Pecollo se hará cargo del diseño coreográfico.
Este mes serán las audiciones para el regreso al escenario de Contraseña, el Musical, con nuevo elenco. La obra, de temática gay, fue escrita por José Tramontini y Sergio Trevisonno, con música del primero de ellos. En tanto, se rumorea que habrá una versión teatral de Los Martes Orquídeas, aquel filme que protagonizaron Mirtha Legrand y Juan Carlos Thorry, que dirigirá, probablemente, Ricky Pashkus.
Sugar, comedia basada en la película Una Eva y dos Adanes, promete ser uno de los tanques de la temporada 2017, con elenco ya confirmado: Griselda Siciliani, Nicolás Cabré y Federico D’Elía. Dirige Arturo Puig, que supo estelarizarla con Ricardo Darín y Susana Giménez, ahora productora junto a Gustavo Yankelevich. Este mes comienzan los ensayos para debutar en abril en el Lola Membrives. La coreografía es responsabilidad de Gustavo Wons.
Están también muy avanzados proyectos como Matilda, el Musical, en el que trabaja Cris Morena, y una nueva versión de Despertar de Primavera (Spring Awakening), para la que se menciona a la dupla Fernando Dente-Angela Torres. Diego Kolankowsky será quien la produzca.
En suma, una oferta récord dentro de este subgénero teatral, al que es de esperar que la economía del país acompañe en su despegue.