El grupo de investigación de movimiento Acá no Hay Delivery en coproducción con el Centro Cultural San Martín, ponen en escena Arcadia, hasta el 28 de abril. Trabajo de improvisación en constante búsqueda del equilibrio entre espacio, cuerpos, objetos y sobre todo entre la relación orden y desorden

 

Dirigida por Bárbara Hang y Ana Laura Lozza del grupo Acá no Hay Delivery, Arcadia intenta construir mediante la interacción de cuatro artistas y cantidades de objetos como sillas, paneles y alfombras, un lugar utópico, un espacio que busca la armonía mediante la construcción constante. Sin embargo, para que haya un orden debe existir también el caos.

Desde el desorden parte el primer momento de este trabajo, un torbellino de objetos y personas marchan delante del público, que en un principio no termina de entender el sentido de esto. Luego de extensos minutos la palabra intenta poner algo de orden, aun así, sólo las intérpretes logran entender lo que se dice, pero es claro que hay un vínculo con los objetos y el espacio. Un intento de convivencia. “Intentamos explorar y habitar diferentes tipos de relaciones. Objetos manipulados y manipuladores. Una jerarquía del mismo nivel. Construir y destruir. Pensando siempre en el encuentro con el objeto y el acercamiento al mismo”, explicaron en entrevista con Balletin Dance.

Finalmente hablar claro será claro para toda la sala y colocará la palabra en un lugar jerárquico. El uso de la palabra en escena es necesario en Arcadia puesto que la armonía necesita de un orden y de la orden. Según sus directoras “intentamos hacer lo que se dice. La palabra en el orden, como mandato nos pareció que siempre está presente”. Este momento permite vislumbrar distintos sentidos y direcciones de la obra.

Diferentes imaginarios, utopías, cuerpos, objetos, se desarman y arman en escena. Un diálogo entre las intérpretes pareciera ordenar la situación, pero luego la misma reunión termina abocando al desastre y nuevamente el caos se hace presente.

Este trabajo es una búsqueda de reacciones y experiencias cuyo canal es la improvisación, por eso Arcadia vive en permanente construcción, con momentos claros, pero también con otros confusos y extensos en donde reina el desastre, algo que si bien podría ser intencional, solo se justifica en los últimos minutos de la propuesta. Más allá de eso, con sus pros y contras, la meta general de sus creadoras logra cumplirse, y deja en los espectadores algunas reflexiones sobre el orden, el mandato, el caos y ese lugar utópico que todos buscamos.

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Egreso en como periodista en el año 2013 de la Universidad Católica de Santiago del Estero. Trabajo en la revista empresarial Panorama jujeño del año 2012 al 2014. Colaboró en revistas culturales como Circo Cromático, Danza Europa y Américas y Giro Cartelera. Desde 2014 escribe en la revista Balletin Dance. En 2015 colabora como asistente de prensa para el grupo Una Constante. Recibe su formación como bailarín de estudios como Nuevo estudio Danza y FACE.