Los trabajos finales que los estudiantes de artes escénicas presentan para su graduación, generalmente quedan dentro del ámbito académico sin llegar a presentarse públicamente. El ciclo Tesinas Públicas del teatro Machado, permite que los mismos atraviesen una experiencia escénica. Diego Rodríguez, Germán Ivancic y Eliás Miguez, comentaron a Balletin Dance la experiencia del ciclo de agosto
El mes pasado, el Teatro Machado realizó el segundo ciclo destinado a promover trabajos de tesis de jóvenes egresados de artes escénicas. Entre ellos, estudiantes de la Universidad Nacional de Artes (UNA), nuevos coreógrafos y bailarines.
¿Cómo nació el ciclo?
Diego Rodríguez: En el año 2015, llevamos a cabo una convocatoria para tesistas de danza. Decidimos hacerlo con danza particularmente, porque Germán es coreógrafo. También queríamos habilitar el teatro para el arte coreográfico que teníamos un poco apartado. Este año decidimos abrir la convocatoria para todas las artes escénicas. Además el fenómeno tesina cobró importancia en la propuesta y genera una particularidad dentro del ciclo.
¿Cuál es el objetivo del ciclo?
Germán Ivancic: Promover, de alguna forma, la otra cultura. Esperamos que las propuestas que lleguen sean las que no consume el mercado cultural. Trabajos que quedaron limitados a la libreta de calificaciones. Esta propuesta para nosotros es desafiar de alguna manera la cultura y dar un espacio.
¿Las obras más conocidas del ambiente contemporáneo pueden ser llamadas cultura de mercado?
- No necesariamente. Podríamos decir que es la periferia y le da andamiaje al mercado más popular. Con las tesinas pasa algo parecido, es como la periferia de la periferia.
Elías Miguez: Además hay que dar lugar al tesista. Algo que es una novedad. Porque como dijimos antes estos trabajos quedaban entre las paredes de la universidad y no llegaban a espacios escénicos. El ciclo de tesinas forma un espacio de contención para que los estudiantes muestren sus propuestas. Y es necesario tener en cuenta que, si bien el artista hoy posee un título, hay que legitimarlo. Ejercerlo. Enfrentarse a todos los obstáculos que se presentan. El contacto con los referentes, con los programadores, los curadores, técnicos y otros elencos hace un trabajo profesional que a veces la universidad no presta. Pero porque la institución está para otra cosa.
GI: La contención además, tiene que ver con generar un proyecto en común. Nosotros contenemos aquello que a su vez nos contiene. Damos un espacio y los tesistas deben dar respuesta a esa prestación. No proveemos solamente, invitamos a que habiten el teatro. Esto genera una confianza mutua.
El ABC para Encarar una Tesina de Elías Miguez, Lucía Giannoni y Agustina Suárez. María Eme de Ana Sánchez Vimo. Recitantions de Rocío Gutiérrez. Brida: Cómo Cubrir un Cuerpo de Leila Loforte. La Muerte de un Pez de Elías Miguez y El Derecho al Grito de Valentina Belizan, fueron las obras que se presentaron los viernes 4, 11 y 18 de agosto. Todas recibieron una respuesta positiva de los espectadores, quienes además tuvieron la oportunidad de compartir charlas con los elencos y los tesistas al finalizar la función.