El Balletto di Roma dirigido por Francesca Magnini mostrará este “clásico de siempre, en versión neoclásica”, los días viernes 29 y sábado 30 de junio, en el Teatro Coliseo, en el marco del ciclo Italia XXI
La nueva versión de 2017 de Giulietta e Romeo (en base a la original de 1987), que podrá verse este mes en Buenos Aires, cuenta con coreografía Fabrizio Monteverde. Es un ballet en dos actos inspirado en la tragedia de William Shakespeare, sobre la célebre partitura de Sergei Prokofiev. Esta versión innovadora representó para el coreógrafo, “la vocación de investigar las historias y emociones más profundas y complejas” del ser humano.
Monteverde trasladó la historia original acontecida en Verona, al sur de Italia como “símbolo de todo sur posible, entre tradiciones y reglas inexorables, acompañado de sentimientos de odio y amor, belleza y ferocidad”. Por otro lado, para evocar las emociones más exasperantes de los personajes, cambió el período histórico de la Edad Media a la época de post-guerra del siglo XX, con todas sus tensiones entre el tradicionalismo y el impulso para la reconstrucción y la renovación”. Por último invertir el orden de los protagonistas en su título, refleja inmediatamente que la estrella de la obra será Julieta, “una mujer joven que demuestra una llamada a la rebelión y el deseo de emancipación (…) es el espíritu independiente y audaz que enamorará al solitario e introvertido Romeo”, aclaró el compositor. Otros dos personajes femeninos moverán los hilos de la tragedia: las madres Capuleto y Montesco.
Los dos amantes imaginados por el coreógrafo, son acentuados por una danza original, autónoma, con referencias al cine neorrealista de Roberto Rossellini y Luchino Visconti, de los guiones de Vitaliano Brancati cruzados con citas costumbristas. En una manipulación que insiste en los sentimientos y las ideas universales que resuenan en su coreografía enérgica y apasionada.