Millenial

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Motu Proprio, “escena despojada y líneas que queríamos construir”. Foto: Paola Evelina

El bailaor Marcos Dech Milanich, que acaba de presentar una nueva obra, dice que estamos viviendo en una especie de flamenco Millenial, donde hay exceso de todo, deprisa hacia ningún lugar

Junto a su compañera Marina Lila Sainz, con quien viene produciendo varios espectáculos de pequeño formato estrenaron en el mes de julio Motu Proprio que se repondrá en Sala de Máquinas (12 de agosto y 7 de octubre) y en Hasta Trilce (2 de septiembre), con los músicos Esteban Gonda y Fernanda de Córdoba en guitarra, Naty Álvarez y Pájaro Ausina en cante. En entrevista exclusiva con Balletin Dance explicó su trabajo y reflexionó sobre el mundo del flamenco local.

Marcos Dech Milanich, explicó que su forma de trabajar, es salir con un producto terminado, entre comillas, que va a ir sufriendo modificaciones con el hacer, con las funciones, inclusive modificando el vestuario también”. Se refiere a producto y no a obra, porque “no deja de ser un productor. Uno no lo hace para el patio de la casa, para nosotros mismos, sino que tiene que ver con el otro”.

¿Cómo es la manera de componer una obra nueva?

A medida que vamos haciendo un espectáculo vamos hablando de cosas que van quedando afuera y que son parte del disparador de la siguiente obra. En este tiempo estuvimos hablando de Dogville (2003) la película de Lars von Trier y habíamos visto cómo se trazaba la escenografía en la escena, cómo hacían la planta y desde allí la construcción de todo. Inclusive el propio vestuario y la música; tomamos esa idea de ir construyéndolo todo, con música, sin música, con o sin cante. Había tres conceptos: el movimiento, la construcción y la intervención del espacio, que era sobre lo que queríamos trabajar. Le pusimos Motu Proprio porque es algo personal, es como hacerlo a tu propia voluntad.

El primer espectáculo que hicieron juntos, Pasaje, partió de una búsqueda personal; Diáfano era un rollo futurista, con extraterrestres, algo que empezó como humor y paso a ser de ciencia ficción por el uso de las luces”. Motu Proprio podría encasillarse como tradicional en cuanto al baile, porque conserva las estructuras coreográficas, pero se suman elementos “que deconstruyen” cada danza. “Pasamos por muchos palos en el mismo palo, por todos los estilos, con esa idea de ir construyendo el baile. Partimos del concepto general, con la escena despojada y las líneas que queríamos construir, así aparecieron unos elásticos con esta idea de trazar un plano y construir algo. Pensamos el vestuario en función de cuánto podemos alejarnos de lo flamenco. No somos bailarines de danza contemporánea y no nos importa nada si parece flamenco, nos interesa estar en un límite, e irremediablemente, siempre volvemos al sentido de lo flamenco”.

¿Qué buscan generar en el espectador con este tipo de propuestas?

Por lo pronto alejarnos de tener que contar una historia o ciertas cosas que son vacías… El flamenco es un lenguaje que tiene mucho contenido en su música y en sus letras, y es mucho más de lo que uno podría contar siguiendo una línea argumental. ¿Qué queremos que conozca el espectador?, que el flamenco es mucho más que lo que estamos acostumbrados a ver.

El flamenco hoy en Buenos Aires

Es un buen momento porque hay mucha información, no sólo de flamenco sino de otras artes y eso puede enriquecerlo. Estamos más disponibles para conectarlo, para dialogar con otras artes. Es cierto que existen grupos cerrados donde sucede el flamenco, alguna vez estuve en uno. Son los que organizan la fiesta y es muy difícil decir que no, porque en general existe una necesidad de pertenecer a algo y de que te inviten a la fiesta. Pero a mí me gusta armarme mi propia fiesta, mi propia historia, hacer lo propio.

 

Los Millenial

Un millenial flamenco, es un ser con exceso de información. Con un celular en la mano, es alguien que viaja, que hace, que toma clases, que ve videos y que muy rápidamente siente que está listo para la vida. No hay tiempo para la pregunta o la reflexión sobre lo que se hace, es como ir deprisa a ningún lugar. Podes saber tres pasos y ser feliz bailando, esa cantidad de información no te pone en un lugar mejor y además nunca termia de satisfacer a nadie, porque siempre aparece la falta: que no vamos a llegar nunca a ser como allá (España).

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Gabriel Vaudagna Arango
Gabriel Vaudagna Arango, Máster en Flamenco (UGR); Lic. en danzas, profesor de danzas españolas e investigador. Responsable de la columna de flamenco en Balletin Dance desde 2013. Ha publicados cuatro libros de danza: Apuntes de clases, la danza española y el baile flamenco (2013) Post Flamenco, vanguardia y ruptura en el baile (2015), Pequeños Diálogos sobre el flamenco (2017) Declarado de interés Nacional por la presidencia de la Nación, Habitar la danza (2018). Es jurado en eventos de danzas de todo el país y dicta cursos y talleres de flamenco y folklore español. La Embajada de España le otorgó un reconocimiento en 2005 por su labor de difusión cultural.