El Seleccionado

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Conmovedores Florencia Chinellato y Matías Oberlin. Arrollador, Lucas Segovia. Foto: Alicia Sanguinetti

El último fin de semana de julio, se realizó el espectáculo Evolution en el Teatro Coliseo de Buenos Aires. Una selección de bailarines argentinos que triunfan en el exterior deleitó al público local

 

Si bien se trató de un programa accidentado, por diferentes cambios que hubo que realizar hasta casi el estreno (al punto de que la anunciada Ludmila Pagliero, etoile de la Opera de París, no pudo actuar debido a una lesión de último momento), se trató de una oportunidad única para conocer a aquellos bailarines que desde hace años triunfan fuera de nuestro país. La conformación final de la función fue extraña y no puede dejar de señalarse la mala disposición del coliseo por el lamentable telón de fondo, y la poca y mala iluminación ofrecidos.

Los argentinos en el exterior trajeron coreografías que rara vez pueden apreciarse en nuestra ciudad (y con sus verdaderos estilos): Bob Fosse, John Neumeier, Yaroslav Ivanenko, Anabelle López-Ochoa. Un manjar para los sentidos de la mano de Carolina Agüero y Thomas Bieszka, único extranjero de la noche; Florencia Chinellato y Matías Oberlin, y de Lucas Segovia. Los primeros, sólidos y formales (con el único súper clásico de la noche); los segundos, entusiastas y conmovedores (muy Neumeier); y el tercero, lleno de energía explosiva propia del musical.

Las entregas nacionales, fueron de mayor duración y estuvieron firmadas por Oscar Araiz, Analía González (contemporáneo) y el francés radicado en Bahía Blanca, Bernard Courtot de Bouteiller. El primero, a través de su compañía, mostró dos obras disímiles pero a su vez parecidas; la segunda, un fragmento de Hasta Siempre; y el tercero, unió a Carolina Basualdo, Julieta Paul y Paula Cassano en un largo trío con zapatillas de puntas.

Sólo el domingo 29, Karina Olmedo y Nahuel Prozzi mostraron Escualo de Mauricio Wainrot (en el marco de la despedida de la bailarina de los escenarios), aparición que fue agradecida por un público cariñoso, en cerrado aplauso.

El espectáculo se replicó en el Teatro el Círculo de Rosario, tal como se lo vio en Buenos Aires