Julián Ignacio Toledo indaga procesos, búsquedas infinitas de una meta escénica que justifique el movimiento, en Registro (o Ensayos Sobre Cómo Aniquilar un Proceso), presentada en el ciclo Sub 30 del Centro Cultural Rojas
Llegar a un producto escénico final no es tarea fácil, quien compone atraviesa un proceso de prueba y error constante con posibilidades infinitas. Registro (o ensayos…) de Julián Ignacio Toledo, joven coreógrafo egresado del Taller de Danza Contemporánea del Teatro San Martin, sostiene una composición que parece estar solamente retroalimentada por el movimiento y la música. Pero en eso radica su propuesta: poner en evidencia elementos que subyacen dentro de la coreografía y cómo los mismos mutan con el cansancio.
De esta manera el uso y abuso de las infinitas posibilidades de una secuencia y sus variaciones, es claro. Diferentes ritmos o colchones musicales que respetan siempre el mismo patrón coreográfico, disponen el material en escena en diferentes formas, para mostrar que en una obra existen varias propuestas o conceptos. Por un momento Registro es una clásica variación contemporánea, una composición teatral y/o un trabajo de entretenimiento nocturno. Este parece ser el juego e intención de quien dirige: llevar al espectador por diferentes significados, quien naturalmente busca entender lo que pasa en escena.
En principio Toledo elaboró un material de movimiento, secuencias reiterativas para los cuerpos de sus intérpretes, imágenes y formas a veces incoherentes pero que luego de agotar sus posibilidades, logran infiltrarse en un terreno simbólico que termina cosificando el rumbo final de esta propuesta escénica.
El gran riesgo de Registro pasa por la mecanización sin sentido de las secuencias coreográficas. La repetición reiterada parece tomar dos rumbos en los cuales los intérpretes entran en un estado o mueren en una mera reiteración seguida de movimientos desalmados. A su vez la aniquilación de procesos en escena es clara pero peligrosa para quien busca entender o dar una dirección a la propuesta.
Registro parece ser una mera composición sostenida en la imagen y la música, debido a elementos escénicos como el vestuario, el uso del movimiento y los aspectos técnicos como el diseño lumínico. Pero hay una exploración constante, que si bien no es explícita, se vuelve evidente en los últimos momentos de la obra, que toma otros tintes y se manifiesta como la esencia de este trabajo: exploración y aniquilación.