Alta Costura de Victoria Keriluk, Luciana Demicelis y Antonio Delmar, invita al espectador a recorrer un espacio sombrío, invadido por cuerpos modificados por elementos sencillos, determinados por el contexto propuesto por los directores de la obra
En la actualidad, los desfiles de moda son mucho más complejos de lo que la mayoría de la gente piensa. Desde pasarelas con mayor escenografía y parafernalia, a atuendos ostentosos, que deforman y determinan los cuerpos y las caminatas de los modelos. Victoria Keriluk, Luciana Demicelis y Antonio Delmar, decidieron tomar como fuente de inspiración estos trabajos para iniciar un proceso de investigación performática que derivó en la obra llamada Alta Costura.
La Sala de Máquinas, espacio donde se desarrolla esta propuesta, está ambientada con colores oscuros y habitada por nueve individuos vestidos de negro sostenidos por palillos. Más adelante este espacio será transformado por los pasos constantes de los nueve performers. Recorridos pautados, rectos y a simple vista vacíos, que se reiteran una y otra vez. Según sus directores, el andar en las pasarelas fue uno de los disparadores de la obra. “La caminata es una constante, o sea, pasa de todo, pero hay algo detrás que reincide en la caminata”.
Alta Costura produce a lo largo de su función, líneas de tensión con el espacio, los intérpretes y el público que camina libre en la sala, atento al andar de los cuerpos que a su vez son contaminados por este contexto, creando un círculo vicioso que permite que la obra se desarrolle dinámicamente. Este trabajo de ambientación oscura, parece ser un museo, cuyo curador se encargó de diagramar arquitectónicamente con los cuerpos. “Vemos que produce un efecto de modificación corporal que nos lleva a preguntarnos sobre otras cosas, como la permanencia, sus tensiones y cómo diferentes elementos nos sostienen”, en palabras de los creadores.
Con acciones sencillas logran un buen resultado, gestos neutros que permiten hacer foco sólo en lo que sucede en esos cuerpos, mientras que por otra parte la posibilidad del espectador de acercarse y caminar entre ellos, permite encontrar detalles dentro de cada intérprete.
Alta Costura continuará presentándose a lo largo del año, con un reestreno el 16 de marzo. Según sus directores, los objetivos ahora están puestos en convertir la obra en un espacio multidisciplinario con énfasis en lo visual, tal como son los desfiles de alta costura.