Buenos Aires, 10 de noviembre de 1926 – Mar del Plata, 12 de abril de 2019
Conocida en el mundo artístico como Estela Maris, fue pionera de la danza moderna argentina. Radicada sus últimos 40 años en la ciudad de Mar del Plata, dirigió la Escuela Municipal de Danzas Norma Fontenla (1979 a 1987), donde formó a las siguientes generaciones de bailarines y docentes. Siempre acompañada por la maestra y coreógrafa Marta Sol Bendahan. Su última actuación fue a los 80 años, en Solos no Convencionales de Roxana Doglio.
Simplemente Estela Maris
Por Alicia Muñoz
Así la conocimos, simplemente como Estela Maris y la admiramos como bailarina, por la sutileza de sus movimientos y la expresividad, pocas veces vista.
Basta esta anécdota para certificar lo dicho: compartiendo una función, Estela bailaba una obra de Rodolfo Dantón, otro grande de la danza moderna argentina. Al ordenar las cintas musicales, noté que de acuerdo a la cantidad de coreografías faltaba un casette, y se lo digo a Marta Sol Bendahan (integrante del grupo), ella me aclaró que la obra de Estela Maris iba sin música. Yo la había visto bailar muchas veces: su expresividad era tal que había imaginado que escuchaba alguna partitura.
Como docente, tal vez desconociera las nuevas teorías pedagógicas, pero su sensibilidad las suplía ampliamente. Un día, tomando una de sus clases, cuando yo ya era profesional, hacíamos un ejercicio en la diagonal, y ella me dijo “Alicia ¡cáigase!”, eso me llevó a reflexionar y a entender que la perfección por sí sola no es danza.
Se puede hablar mucho de Estela, de sus coreografías y de sus clases, aunque lo más destacable fue ella misma como persona: era de una ética intachable y de una gran disciplina, que supo inculcarnos y aplicamos cuando formamos nuestro grupo Integración Danza. En mí dejó una huella imborrable. Estela (de ese modo la llamábamos), será siempre una guía en mi camino de la docencia.