Utopía en Movimiento: La Espera Romántica de un Infierno Eterno

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El Infierno no Siempre fue Rojo de María Kuhmichel. Foto: Paola Evelina Gallarato

Los coreógrafos y bailarines Emanuel Ludueña, Sergio Villalba y María Kuhmichel compusieron tres piezas para la Compañía Viceversa en torno a la idea de la Utopía

 

La compañía Viceversa que dirigen Marcela Alejandra Avila y Natalie Popik, inició un ciclo de trabajo bajo una consigna: Utopía. Los tres coreógrafos invitados, seleccionados por el tipo de proceso compositivo que desean llevar a cabo sus integrantes, elaboraron tres propuestas de danza con estéticas e improntas de movimiento muy diferentes entre sí.

Es Como si en mi Interior se Hubiera Corrido un Velo y el Espectáculo de la Vida Infinita se Transformara Ahora en un Abismo Ante la Tumba Abierta a la Eternidad de Emanuel Ludueña, Espera de Sergio Villalba y El Infierno no Siempre fue Rojo de María Kuhmichel, fueron los títulos de estos trabajos.

Las piezas breves conformaron una función heterogénea y con propuestas que además permitieron desplegar la versatilidad de la compañía.

La primera de ellas, es una mirada utópica sobre las relaciones humanas hecha cuerpo. El actor Gastón Santos acompañó desde sus textos y su humor un ambiente de penumbras con movimientos, que desde la mirada de este cronista, generaron nostalgia y romanticismo.

La segunda propuesta, abstrajo al máximo la idea de la utopía y retrató en escena esa esperanza que persiste en el ser humano que aguarda por ese mundo perfecto. Las sillas, como elementos simbólicos de la espera, generaron climas de suspenso, para luego ser intervenidas por los intérpretes con secuencias de movimiento dinámicas y trabajos de partenaire. La tensión creada por el efectivo uso del espacio, la iluminación y los objetos consiguió que la sala quedara incluida en ese eterno esperar.

La última pieza, resultó un acto, desde una perspectiva metafórica. La obra da cuenta del proceso de ensayo y error continuo de la humanidad, según Kuhmichel. Con un telón blanco y los intérpretes semidesnudos, la coreógrafa dio a los cuerpos distintos tonos, creando una comunidad en escena que repitió patrones, formas, movimientos e imágenes como tomadas de cuadros renacentistas. Una idea imposible de alcanzar. Tal es el ideal al que las personas se aferran e intentan concretar para, finalmente, fallar. Debe ser destacada la gran puesta técnica de este fragmento, desde la iluminación hasta la decisión de usar un fondo blanco.

Viceversa logró así, tres visiones sobre un mismo tema político, romántico y humano. Con propuestas breves pero concisas desde lo técnico del movimiento hasta la puesta en escena, conformando un ciclo que también expuso la diversidad del mundo de la danza contemporánea del presente.

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Egreso en como periodista en el año 2013 de la Universidad Católica de Santiago del Estero. Trabajo en la revista empresarial Panorama jujeño del año 2012 al 2014. Colaboró en revistas culturales como Circo Cromático, Danza Europa y Américas y Giro Cartelera. Desde 2014 escribe en la revista Balletin Dance. En 2015 colabora como asistente de prensa para el grupo Una Constante. Recibe su formación como bailarín de estudios como Nuevo estudio Danza y FACE.