Fútbol y Ballet

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Balletin Dance, La Revista Argentina de Danza. Junio de 2018 (Año 25 - Nº 276)

Baile Mundial

La copa mundial de fútbol en Rusia que se realizará del 14 de junio al 15 de julio, enciende pasiones y actualiza los vínculos, cada vez más recurrentes, entre el deporte de multitudes y el arte de Terpsícore

 

“Queremos ver bailar al mundo” declaró el músico y actor Will Smith que compuso junto a Nicky Jam y Era Istrefi, la canción oficial de Rusia 2018. Su Live it Up será interpretado en vivo en la ceremonia de apertura que traerá danza en una escala monumental, según prometen los organizadores.

Relato de una relación

El ballet y el fútbol están ligados por la cultura popular.

A primera vista el ballet clásico es un arte diáfano, marcadamente femenino, protagonizado por sílfides y cisnes.

El fútbol en cambio es un deporte masculino interpretado por un número fijo de contendientes, con una finalidad competitiva.

Pero debajo de la superficie una y otra disciplinas comparten más de lo que los separa.

Por eso cada tanto el ballet le rinde tributo al fútbol desde el escenario. Por mencionar sólo algunas obras, dos propuestas presentadas, una de ellas a cargo del Ballet de Biarritz dirigido por Thierry Malandain, y la otra del noruego Jo Stromgren, A Dance Tribute to The art of Football (estrenada en 1997 en Bergen, que llevó al 23º Festival Internacional de Ballet de La Habana y este año al Festival de las Artes de Costa Rica). También celebraron al futbol The Beautiful Game del English National Ballet (2008, https://goo.gl/Sj8iob), la brasilera Deborah Colker con Dinamo (2006), la israelí Nadine Bommer con InvisiBALL (2014) y los catalanes Cesc Gilabert con Foot-Ball (2015) y Vero Cendoya con La Partida (2018).

Foot-Ball de Cesce Gilabert. Foto: gentileza de prensa

Otros deportes fueron objeto de hibridación desde Jeux de Vaslav Nijinski (1913) y últimamente hasta los jugadores entrenan con clases de ballet. Este año, el St. Paul Ballet realizó una fusión de bailarines y boxeadores: El Arte del Box, el Deporte del Ballet (https://goo.gl/G6TCij).

Más allá de estos intentos de cruzar fronteras, bailarines y bailarinas son cada vez más hinchas de fútbol. Tanto que hubo que modificar algunas fechas de funciones para que no coincidieran con los partidos de la selección que lidera Lionel Messi. Por cierto su “pasito” de bailarín en el festejo de su gol 500 se hizo viral en marzo de este año (https://goo.gl/hg1g73).

Un poco antes el propio Diego Maradona hizo una demostración de habilidad para bailar danzas tribales en Marruecos dejando con la boca abierta a los locales (https://goo.gl/jB7svt).

Dinamo de Deborah Colker. Foto: gentileza de prensa

Los cruces entre fútbol, ballet y cultura de multitudes son muchísimos:

  • El físico es la esencia. Las lesiones corporales del ballet y las de los futbolistas son similares y hasta ahora, son tratadas por los mismos especialistas en “alto rendimiento”.
  • La técnica es fundamental. Se enseña y se ensaya bajo la tutoría de maestros.
  • Si un equipo le ganó a otro por muchos goles, “le pegó un baile”.
  • Los reporteros gráficos reconocen que cubrir un partido de fútbol y un ballet involucra competencias profesionales similares (siendo más difícil la danza).
  • Durante veinte años hubo bailarinas cheer-leaders en Boca Juniors que animaban a su equipo antes de cada partido. Su coreógrafa Rocío Martín, anunció el fin de esa formación el año pasado. Una decisión de las autoridades como gesto contra la “cosificación” de la mujer.
  • Cada gol concretado es celebrado por los futbolistas con un “pasito” de baile, a veces incluso con coreografías grupales bien ensayadas.
  • En los ‘80, con la aparición de nuevas tecnologías de edición de video nació el “fut-ballet” que consistía rebobinar y editar secuencias de movimiento de los futbolistas (https://goo.gl/vS7Q3K).
  • Las mejores conductoras de deportes en TV son mujeres. Entre ellas, Alina Moine, por ejemplo, de Fox Sports que tiene entrenamiento de bailarina e intervino en el show televisivo Bailando por un Sueño (https://goo.gl/fbZdLn).
  • La compañía de Ballet de Julio Bocca se fogueó ante el público de multitudes por primera vez en la Bombonera en diciembre de 1997 (Luego debió hacer un “Bocca en River”, para compensar).
  • Hay bailarines que llevan la pasión futbolera en la piel. En las redes sociales circulan los tatuajes de emblemas de sus equipos favoritos, que normalmente está cubiertos por maquillaje.
  • Maximiliano Guerra dijo ‘no’ al fútbol profesional en el club River Plate para dejarse ganar por el arte.

 

La lista de esta historia tan profundamente argentina podría extenderse de manera indefinida.

Y en Rusia la leyenda es tan o más dramática. Tras la revolución bolchevique, el ballet tuvo que pegarse al fútbol, que era el deporte favorito de la URSS, para ganarse su lugar en la sociedad emergente.

En 1930, el Teatro Bolshoi de Moscú y el Ballet de Leningrado (ahora Mariinsky de San Petersburgo) montaron ballets basados en tramas épicas con personajes de fútbol y partidos de fútbol reales en el escenario. Una versión de La Edad Dorada, ballet en el que el equipo nacional soviético derrocaba a todo el sistema capitalista, se repuso en el Mariinsky en 2006.

La Edad Dorada en la reposición de 2006. Foto: Teatro Mariinsky | Natalia Razina

¿Acaso el fútbol no tiene una dimensión “poética” más allá de la competencia? El escritor rosarino Roberto Fontanarrosa estaría muy de acuerdo con esta definición.

En todo caso, el campeonato mundial confirma que  las culturas del ballet y del fútbol comparten mucho más de lo que la apariencia indica. La pasión, la expresión dinámica, plástica, convierten al fútbol en un espectáculo digno de ser llamado coreográfico.

Fútbol de Igor Moiseyev, la compañía bailó en diciembre en la ceremonia del sorteo del Mundial en el Kremlin. Foto: Dzhavajadze Zurab | TASS