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El Calzado Soñado no Sólo es de Cristal

Por Laura Lifschitz

Llevan más de tres décadas en la fabricación y venta de un elemento imprescindible para bailar. Atentos escuchas de las necesidades del cliente, Balletin Dance dialogó con seis importantísimas casas dedicadas al calzado para la danza

Tacos, suelas, puntas, medias puntas, sneakers, zapatos, punteras… Todo bailarín necesita un buen calzado para cuidar sus pies y que ayude a lograr las mejores ejecuciones técnicas. Nuestros seis consultados son los encargados de procurarlo, tienen orígenes disímiles pero igualmente curiosos.

Entre los más antiguos, está Osvaldo Arinello y familia, de la empresa Gyff’s, que comenzó a fabricar en 1979 las famosas badanas para gimnasia artística. Desde 1983 fabrican para la danza puntas, medias puntas, zapatos para flamenco, para tap (con su propia chapa), punteras 100% de silicona con matriz propia e indumentaria. También son importadores de las marcas Sansha y Grishko.

Bertie es encabezada por Jorge Pereira. Con más de treinta años en el rubro se dedica a la confección de calzado para ballroom, salsa, tango, pero su fuerte son los zapatos de flamenco, con una amplísima variedad de diseños y garantía de cuidado, pues Pereira es ortopedista. El local tiene 1200 pares de zapatos en stock, por lo que el cliente puede llevarse su par en el momento.

Juan Ochoa es el dueño de MsyJ desde hace poco más de 20 años. Pero está en la profesión desde que tenía doce años, cuando fue aprendiz en el legendario Sutorio de Maserejian. “Aprendí a hacer suelas, planchado, cómo hacer puntas profesionales, a cortar”, aclara. Ochoa trabajó primero las puntas profesionales. Luego llegó la fabricación de medias puntas, sandalias y botitas de jazz, zapatos de tango y españoles, hasta llegar a los 300 artículos de stock que tienen en la actualidad.

Más de un fabricante reconoce que instalar nueva producción nunca es fácil. Una historia demuestra cómo influyen las especificidades del mercado local. Cuenta Osvaldo Arinello: “En 1986 fabricamos por primera vez en el mercado las medias puntas elastizadas. Corté mil pares. Creo que en 1994 las tiré todas. No se vendían y ahora son furor. Los maestros decían que los alumnos tenían que saber atarse las zapatillas”.

Carola Tateossian es el cerebro detrás de Fouette. Ex bailarina, en 1995 descubrió que la indumentaria de ensayo era insuficiente a nivel local. Tras su prematuro retiro, se dedicó al diseño. “Cuando estaba en el Colón empecé con unos ositos, que no dejaban de pedirme. Surgió la posibilidad de abrir un local, pero no iba a poder sin tener puntas. Y como Cecilia Kerche estaba  bailando La Bayadera en el Teatro Colón con Maximiliano Guerra, me comuniqué con su marido para comenzar a traer sus puntas”.

Street Dance representa localmente los sneakers de Sansha, aunque tiene su producción de zapatos de baile. Stella Zaccari se inició hace once años por medio de su sobrina, que es profesora de tap. Como todos, ir puerta a puerta fue el primer paso. “Cuando me llegó el primer envío, a la semana vendí todo el stock gracias a Manuel Vallejos, que es como nuestro padrino”, recuerda. Y afirma que “lo primordial del calzado es que sea seguro y evite lesiones, por eso se busca la cámara de aire. En cuanto a los diseños, el argentino es bastante conservador”.

El emprendimiento más joven es el de Marcela Schiliro, representante exclusiva de las puntas de ballet Gaynor Minden, de origen norteamericano. Ya adulta en la danza, estudió con Alfredo Gurquel, Patricia Sánchez, Sonia Von Potobsky y Lidia Segni. Fanática de Julio Bocca, llegó hasta New York a verlo en su despedida de los escenarios y no perdió ocasión para comprar su primer par de Gaynor. Quedó prendada con la tecnología del calzado, con el asesoramiento, con la especificidad de los talles. Tanto que entendió que lo suyo era procurar lo mismo para su país: “Me quise comprar dos pares y no me dejaron. Me explicaron que el pie se iba a modificar a medida que trabajara. Y ahí pensé: yo quiero traer esto para mi país”.

Todas estas casas cuentan con sistemas para distribuir en el interior del país y el resto de Latinoamérica y reconocen que una venta es el producto más el asesoramiento. No cualquier modelo es el adecuado para cada cliente. Además, los fabricantes de zapatos ofrecen garantías y services anuales para reacondicionar los tan amados tacos hasta tanto ya sea ineludible cambiarlos.

Para Schiliro, la tarea es puntillosa: “Cuando está bien elegida, la punta es como un guante. Uno se olvida del dolor y se concentra en la técnica, en encontrar el eje. Y en nuestro caso tiene el plus de la durabilidad por confeccionarse con materiales diferentes al sistema tradicional”. Por ese motivo, la Argentina es el quinto lugar de venta en el mundo de estas zapatillas.

Tateossian también afirma que la Argentina es un gran consumidor de puntas que tengan gran variedad de hormas, capelladas, cambrillones, suelas, durezas, cajas. Con la implementación de la técnica a nivel local y supervisión brasileña, Fouetté comenzó a fabricar las mismas puntas Kerche en el país y lanzó nuevas marcas. “A los tres meses de abrir vendimos lo que en Brasil se vendía en un año”, rememora, quien hoy posee sucursales propias en todo el país.

MsyJ ofrece once tipos de puntas, Fouette tiene catorce opciones de pie, Gaynor Minden analiza seis variables del pie, Gyff’s también las tiene de todo tipo según ancho, caja, profesional, de estudio, durezas y realizan zapatillas totalmente personalizadas por encargo.

Por supuesto que todos atienden con la misma pasión a estudiantes, maestros y estrellas. Ninguno olvida el espaldarazo que significó que figuras como Nadia Muzyca, Silvina Perillo, Gabriela Alberti, Karina Olmedo, Adriana Gancedo, Maximiliano Guerra, Iñaki Urlezaga o Hernán Piquín, entre muchos otros, utilizaran y dieran a conocer sus productos. Quienes se dedican a la comercialización de puntas tuvieron la oportunidad de instalar sus productos tanto en escuelas como en ballets profesionales, como los del Teatro Colón y el Argentino de La Plata. Para todos ellos poder aprender de primera mano las necesidades de los bailarines fue una experiencia enriquecedora.

Todos los consultados mantienen un espíritu inquieto, en constante superación. MsyJ está a punto de abrir un nuevo local exclusivo de tango, con el lanzamiento de un nuevo calzado suave, flexible y seguro. Gyff’s prepara un nuevo modelo cien por ciento nacional a precio competitivo en relación al fabricado afuera. Gaynor Minden innova su producción cada seis meses. Bertie se expande a todo el país y está pensando en montar un tablado flamenco. Fouette presenta nuevos diseños cada temporada y se diversifica hacia el jazz y la comedia musical. Street Dance sigue atento a los nuevos modelos por entrar. Ellos saben que con los pies se camina, se baila y se vuela.