El 8 de septiembre se presentará en la Ciudad Cultural Konex la cuarta edición del ya consagrado Danzar por la Paz, a beneficio de Unicef. Una gala internacional de ballet y danza dirigida por Leonardo Reale

 

Esta nueva experiencia promete la actuación de varios artistas argentinos residentes en el exterior y elencos de otros países junto a compañías nacionales, unidas bajo el objetivo de “ser voceros de la paz y de la no violencia, para contribuir a transformar a la danza como un puente de unión con su comunidad”, explicó Leonardo Reale a Balletin Dance.

La edición 2017, rendirá homenaje a Oscar Araiz por su destacada carrera y trayectoria internacional, a cargo de bailarines dirigidos por colegas que lo acompañaron en diferentes tramos de su vida (Mauricio Wainrot, Andrea Chinetti, Laura Cucchetti, Guido De Benedetti) y sus actuales bailarines del Grupo de Danza de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) quienes interpretarán Pulsos.

La velada comenzará como es habitual con el Himno Oficial de Danzar por la Paz, compuesto por Silvina Roucco, que en esta ocasión será bailado por jóvenes de la carrera de danza contemporánea de la Asociación Arte XXI presidida por Guido De Benedetti, con coreografía de Lucía García Puente.

La gala contará con las actuaciones estelares de las argentinas Luciana París (American Ballet Theatre de Nueva York) quien junto a Rodrigo Colomba (Ballet Folklórico Nacional) mostrarán Presente, el dúo de Analía Gonzalez estrenado en el homenaje a Julio Bocca en el Lincoln Center de New York.

Agustina Galizzi llegará junto a Sebastián Vinet (Compañía Nacional de Danza de México dirigida por Mario Galizzi), para interpretar el pas de deux de La Dama de las Camelias de Val Caniparoli (San Francisco Ballet).

También desde el exterior vendrá la Compañía Dimensions Dance Theatre de Miami dirigida por los ex primeros bailarines del Miami City Ballet, Jennifer Kronenberg y Carlos Guerra, con Transparente del coreógrafo croata Roland Savkovic y Esferas de Ariel Rose.

De nuestras tierras participarán Juan Pablo Ledo y Federico Fernández (Ballet Estable del Teatro Colón) e Iñaki Urlezaga (Ballet Nacional Clásico). Fernández, además, presentará junto a su compañía Buenos Aires Ballet, un fragmento de Cuerdas de Emmanuel Abruzzo.

La noche benéfica se completa con representantes del Ballet Metropolitano de Buenos Aires (dirigido por Leonardo Reale), con el pas de deux de La Cenicienta del coreógrafo venezolano Vicente Nebrada; del Ballet del Teatro Argentino de La Plata (dirigido por Maricel De Mitri), con el dúo del Sueño del ballet Raymonda con reposición de Martín Miranda; del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín (dirigido por Andrea Chinetti), con fragmentos de Estaciones Porteñas de Mauricio Wainrot; y la Compañía Calle 46 (de Laura Cucchetti) con un fragmento de Apu.

 

Unicef

Los fondos recaudados por la venta de entradas, serán destinados a Unicef, para colaborar con el fortalecimiento de los programas que se desarrollan a favor de la niñez y la adolescencia en la Argentina.

La Organización no Gubernamental, fue establecida por Naciones Unidas en 1946 para responder a las necesidades de emergencia de los niños en Europa y China durante la postguerra. Su nombre completo fue Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia. Poco después se amplió su mandato para abordar las necesidades a largo plazo de la niñez y las mujeres en los países en desarrollo de todo el mundo. En 1953 Unicef pasó a integrar permanentemente el sistema de las Naciones Unidas, con un nombre abreviado (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), pero manteniendo la sigla original.

Unicef desempeña su labor en más de 190 países para proteger los derechos de todos los niños, desde hace más de 70 años. “Las vidas y el futuro de millones de niños están en peligro. Debemos invertir en los niños que están quedando marginados o enfrentar las consecuencias de un mundo aun más dividido e injusto en el futuro”. Debido a su raza, origen étnico, género, lugar de nacimiento, o al hecho de sufrir de alguna discapacidad o de vivir en medio de la pobreza, millones de niños y niñas en todo el mundo se ven privados de sus derechos y de lo que necesitan para crecer sanos y fuertes. Ellos se convertirán en parte de un círculo vicioso e intergeneracional, que profundiza las desigualdades y amenaza a todas las sociedades.

“Este círculo vicioso no es inevitable”, asegura la organización. Cuando los gobiernos orientan hacia los niños más desfavorecidos sus políticas, contribuyen a transformar sus vidas. Los niños constituyen cerca de la mitad de los casi 900 millones de personas que viven con menos de 1,90 dólares por día, privados de atención básica de salud y nutrición que dejarán huellas irreversibles. En 2014, alrededor de 160 millones de niños presentaban retraso en el crecimiento.

Casi 250 millones de niños viven en países afectados por conflictos armados, 124 millones de niños se encuentran desescolarizados, y dos de cada cinco no aprenden a leer y escribir. “Esto no tiene por qué ser así”.

La protección infantil que plantea Unicef considera varias áreas con diferentes acciones estratégicas: la protección de la infancia contra la violencia, la explotación y el abuso incluye tareas para lograr la inscripción de los nacimientos, cuidados para evitar la violencia contra los pequeños, evitar el trabajo infantil, terminar con la escisión y mutilación genital femenina, suprimir los matrimonios infantiles, los vínculos con fuerzas y grupos armados, la trata de menores, atender a niños sin atención de sus progenitores, accionar en situaciones de explotación y abuso sexual de niños y niñas, promover una justicia específica para la infancia, atender a niños con discapacidades; entre cientos de programas más.