Marianela Núñez volvió a comprometerse con el partido de San Martín, provincia de Buenos Aires, esta vez por partida doble, porque originalmente sería una sola función, pero se realizaron dos noches benéficas los días 22 y 23 de julio

 

La genial bailarina que regresa este mes a la Argentina, para protagonizar La bella Durmiente en el Teatro Colón, no olvida sus raíces. Ocho mil espectadores colmaron la sede de la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester para transformar este evento solidario en una fiesta, con un espectáculo que incluyó a elencos de primer nivel nacional que se sumaron para colaborar con el Hogar de Niños María Luisa.

Núñez ingresó por la platea del estadio, corriendo hacia el escenario, con una enorme tela roja entre sus manos que ondeaba detrás de ella, para interpretar a una brevísima y fresca coreografía de Alejandro Parente, como puntapié del ecléctico programa.

El ballet clásico abrió con el pas de deux de Coppelia y Llamas de París, a cargo de los jóvenes integrantes del Ballet Estable del Teatro Colón (Ludmila Galaverna y Maximiliano Iglesias y Ayelén Sánchez y Emanuel Abruzzo), los ya consagrados Alejandro Parente y Edgardo Trabalón acompañaron a una exquisita Núñez en el pas de trois de El Corsario y en Kicho (Núñez-Parente) ambos potentes en la coreografía del argentino Julio López. La Universidad Nacional de General San Martín presentó al elenco femenino en un fragmento de Cantares (Feria) coreografía de Oscar Araiz y al masculino en Pulsos, coreografía colectiva de los bailarines. El consagrado Ballet Folklórico Nacional encendió al público con Juegos Pampeanos y Malambo, mientras que la Compañía de Leonardo Cuello volvió a deleitar con su repertorio variado (Nobleza de Arrabal, Eterno y Violentango) con una puesta en escena muy cinematográfica.

El cierre del espectáculo juntó en el pequeño cuadro Zita…Para un Final (coreografía de Analia Domizzi y Leonardo Cuello), a la Compañía Juvenil de la Escuela Municipal de Danzas de San Martín con todos los elencos participantes.