En estos momentos de crisis generalizada, la apertura de nuevos espacios dedicados a la actividad artística, son por supuesto, quijotadas de emprendedores apasionados por su quehacer
En la zona sur de la ciudad de Buenos Aires, Parque Patricios adquirió protagonismo en 2015 al trasladarse la sede del gobierno porteño a un moderno edificio construido ad hoc (proyecto de Norman Foster). Además, la llegada del subterráneo (en 2011) proponía una jerarquización del barrio cuyo parque fue diseñado por Carlos Thays. Con mucha historia en su haber, grandes parques y una de las villas miseria más grandes de la ciudad (la 15), Parque Patricios sigue renovándose día a día y allí dos nuevas salas teatrales apuestan a la producción artística.
Planta Inclán, de Investigación y Creación Transversal (Inclán 2661), fue inaugurado este año a instancias de Elisa Carricajo (actriz) y Juan Onofri Barbato (coreógrafo). La pareja compró el galpón con un subsidio especial del Instituto Nacional del Teatro el año pasado, y en este tiempo se dedicaron a refaccionarlo conformando un lugar con capacidad para 150 espectadores. Su idea es generar encuentros que permitan la creación y la producción de nuevos espectáculos, además de la formación, más allá de la tradicional sala de exposiciones. En mayo Melina Seldes (bailarina y coreógrafa) estrenó La Ilusionista.
CheLA (Iguazú 451), por su parte, es un mega centro de experimentación y producción artístico-tecnológico, con una obra arquitectónica (de Matías Beccar Varela) que está terminando de convertir la antigua fábrica de amianto de estilo racionalista (5 mil metros cuadrados más tres patios) en un centro cultural. Su director es el argentino Fabián Wagmister (profesor de la Universidad de California en Los Ángeles, Estados Unidos) quien la imaginó en el año 2000. Junto a su pareja Dara Gelof, viajaron a la Argentina en plena crisis del año 2001 a buscar inmuebles de alrededor de 200 metros, pero la devaluación los alentó a animarse por la ex fábrica que adquirieron en 2002. Santiago Núñez es su director ejecutivo.
Hoy CheLA está equipado para albergar hasta 10 artistas en residencia (dormitorios), cuenta con 9 salas de 170 a 700 m2, un auditorio acustizado, un taller de fabricación digital, sala con sensores y trackeo de movimiento para control corporal interactivo aplicado a la performance.