Inactividad, Olvido, Vaciamiento

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El mes pasado, una vez más, trabajadores del Teatro Argentino, hicieron pública su situación. Foto: Carlos Villamayor

El mes pasado, los trabajadores del Teatro Argentino de La Plata, uno de los coliseos más importantes de Latinoamérica, bajo la dirección artística de Martín Bauer, realizaron su segunda función de protesta, al aire libre en la explanada de 9 y 51 bajo la consigna #SalvemosalTeatroArgentino

La función de protesta incluyó a los tres cuerpos artísticos, talleres de producción, empleados administrativos y servicios generales. Se había anunciado una visita guiada abierta a todo el público para mostrar el estado real de la institución, que no pudo realizarse (obviamente).

Lo cierto es que el teatro provincial, atraviesa una profunda crisis desde hace ya varios años. Problemas edilicios, obras de “puesta en valor” que nunca se concretaron, deficiencias en su dirección, gestión y programación, falta de limpieza, magro presupuesto, con informes dudosos sobre su pronta mejoría. El último anuncio indicaba la reapertura del coliseo antes de las elecciones, con un programa que incluiría a todos los cuerpos artísticos, pero esto no sucedió.

En cuanto al Ballet Estable particularmente, nuevamente acéfalo luego de la renuncia de Viktor Filimonov, hace tiempo que carece del espacio adecuado para clases y ensayos, y menos aún para presentaciones públicas.

Se informó la realización de dos programas mixtos en octubre, que luego se redujo a uno solo, integrado por Ladislao, Concierto en H, Hindo y Tangazo, todas de Guido De Benedetti junto a Cuerpos de Adolfo Burgos y Bolero de Ravel de José Zartmann, y para finalizar el año, Romeo y Julieta también de De Benedetti (a cargo de la compañía, como Maestro Asesor de Dirección) en la sala de cámara Astor Piazzolla.

En agosto, con los bailarines maquillados y vestidos para salir a escena, con el público en la sala, se cancelaron las funciones, por un problema en la calefacción. Tampoco se cubrieron cargos que habían quedado vacantes luego de la jubilación de algunos bailarines y menos aún se había adquirido el piso especial para ballet (de rebote, indicado para evitar lesiones), el mismo que tiene el Teatro Colón para la compañía.

Los trabajadores del teatro por medio de la Comisión Intercuerpos, emitieron un comunicado que entre otras cosas, decía: “La ineficiencia tanto del Ministerio de Gestión Cultural, como del Ministerio de Infraestructura y de las autoridades del Teatro, artísticas, técnicas y administrativas profundizaron la situación crítica del segundo coliseo lírico de la República Argentina y primero de la Provincia”.